Clásico rioplatense

La Peña del Club Atlético Huracán estuvo en la cancha de Gimnasia y Esgrima La Plata presenciando y alentando a nuestros amigos de Defensores de Cambaceres en el verdadero clásico de las costas del Río de la Plata, Camba vs. Villa San Carlos, Ensenada vs. Berisso, que jugaron después de 21 años (desde el 14 de abril de 1987 que no se jugaba). Hicimos platea, al lado de Ricardo Rezza que estaba mirando la partida ribereña.

La Villa, que si ganaba se ponía a uno de los líderes –estamos hablando de la Primera C- se plantó con elegancia en la cancha, buena pareja de centrales, impasables de arriba, buena dupla de volantes centrales y mejor pareja de ataque. Camba, en cambio, jugó sin elegancia pero con el corazón, como se juegan los clásicos, despelotado, al ritmo de las trompetas de la tribuna, esperando que el 10 haga una de Maradona. El primer tiempo fue parejo aunque dominó el equipo de Berisso, hubo dos claras que fueron para San Carlos que los nuestros sacaron en la línea.

En el segundo período llegaron las emociones. Cambio estratégico en los vestuarios ensenadenses, salió el siete que anduvo desconcentrado y el DT Borgarelli apostó a Ezequiel, un pibito de las inferiores con mucho coraje y bastante movilidad, Camba pasó a defender marcadamente con tres, cuatro volantes, el wing que jugaba con la 10 pasó de enganche y Ezequiel arriba. Así el segundo tiempo el rojo de Ensenada lo pecheó al celeste de Berisso, sin lujos pero con coraje. Pero los clásicos son imprevistos y en una jugada perdida Miranda, el 9 de VSC, tiró una pared que el ocho de Cambaceres quiso cerrar despejando pero se la clavó por arriba al arquero rojo. VSC estaba 1-0 y comenzó a tocarla. A los pocos minutos uno de los mediocampistas centrales del celeste, que ya tenía amarilla, se tiró con un planchazo en el centro del campo y roja, afuera.

Camba fue a buscar el empate que llegó luego de un centro desde la derecha y anticipo al primer palo de cabeza de Cristian González para igualar. El rojo tenía el partido servido, 1-1 con uno más. Sin embargo, San Carlos demostró porqué está peleando arriba, el DT cambió la dupla de ataque y puso a dos frescos, uno parecido a Salvador Cabañas, el paraguayo, el otro una bestia de dos metros por uno de ancho que las aguantaba todas. Ah, también metió un refresco en el medio, el 15, que luego de un centro cruzado y ante la salida desesperada del uno ensenadense tocó por arriba y nuestro dos, el mejor del equipo, sacó de cabeza sobre la línea… segundos de silencio en todo el estadio… el línea de amarillo comenzó a correr, nuestros suplentes lo apuraron a mitad de camino, le tiramos agua, una silla, etc. Pero no hubo caso, VSC se puso 2-1 arriba. Ahí Borgarelli puso toda la carne en el asador y saltó a la cancha un coterráneo, un pampeano ex Atlético Santa Rosa, que jugó con la 18 de Camba, Mauro Massolo. El torito entró con ganas pero la cosa estaba sellada, Camba no podía y San Carlos sacaba todo. El árbitro adiciona 6 minutos, pasan 5.55 viene un centro pasado al área del equipo de Berisso, le erran por única vez los centrales, le queda a nuestro D10s, Miguel López, la para y la acomoda al segundo palo. 2-2. Ahí vinieron las piñas típicas de clásico, echan al arquero de Camba y va el pibito Ezequiel al arco. Massolo tiene el úlitmo contrataque pero la entrega mal y termina. Camba festejó por como se dio el partido, en la última jugada ante un equipo que anduvo mejor y que pelea la punta del torneo. Después, en las afueras, un recuerdo como si fuera Huracán después de ganarle el clasico a Pampero, caravana con motos y camionetas, bocinazos, los colectivos 307 okupados, la gente en los techos y la fiesta rumbo a Ensenada.

Por Peña La Plata/BA