Cuando las normas no se hacen dueños de nuestra mente y dejamos aflorar la paz del estar en este momento y solo en el…
En los silencios más bellos canciones lejanas nos cantan dentro… “el ritmo del lunes ya no camina…” y las canciones pasan y juegan en nosotros con armónicas asociaciones…
El grito de una mujer llamando a otra…
_ ¡¡¡¡ Clara!!!!!!!
Y otra canción, esta vez de Chinoy, y una frase que sobresale de las demás… LAS NORMAS MATANDO EL RITMO…
Un pensamiento soberbio, pensé…
Un picado se desarrollaba en el parque, el juego no se interrumpía, era un vaivén de ataques y jugadas, muchas veces malogradas debido a la poca destreza mezclada con la inactividad de quienes disfrutaban del detenerse de la vida cuando el juego nos atrapa…
LAS NORMAS MATANDO EL RITMO…
Hace un par de meses atrás veía un partido de Newells contra no recuerdo que equipo y recuerdo al Tata Martino protestando no por lo que creía injusticia en los fallos de quien arbitraba, sino por cobrar todo el tiempo cualquier tipo mínima fricción, Martino, cuyo equipo tenía como premisa atacar por todos los wines a su ocasional contrincante, se quejaba… Tranquilamente lo podría haber hecho cantando ese fragmento de la canción… LAS NORMAS MATANDO EL RITMO… sumado a eso esta ese extremismo que tienen muchos equipos del futbol argentino de ir al buscar el centro con todos los grandotes aun en casos en que el tiro libre está alejado del área y solo será un pelotazo frontal… mucha parte del juego discurre aburrido en ese acomodarse para el lejano tiro libre…
No solo se trata de arbitrajes que cobran hasta lo que no es, y que lo vuelven muy cortado al juego, sino también esa orden táctica que le quita interés al espectáculo y sorpresa a los ataques…
Las normas en exceso parecen quitarnos la dinámica armonía que nos pide a gritos nuestro interior, apabullados por las pautas no movemos entrecortados, sin swing, la naturalidad se choca contra un cristal como un pez en una pecera, como un perro encadenado, y un partido de futbol parece desarrollarse como en un laberinto de NORMAS sin salida, MATANDO de brote cada intento de jugar, EL RITMO ofrece el triste espectáculo que ofrecen las calles torpes de la ciudad dominada por los automóviles…
Salí del parque, en una transitada avenida un árbol crece a medias, como puede, en la pequeña porción de tierra que le fue destinada…
...Escuchá a Chinoy... Klara...
por Hernán Nikolaus
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