Era el histórico goleador de la selección de futbol de los montes laguneros, pero se creía desorientado, en las últimas prácticas con el equipo no lograba pescar la pelota dando vueltas en el área para meter un gol. Esa virtud era lo que lo destacaba en la liga, y ahora sentía haberla perdido.
Caminaba por los montes en soledad, tratando de buscar una explicación a su pérdida de intuición goleadora… buscaba la solución escuchando el viento entre los caldenes, mirando el sol de los atardeceres, las estrellas en la noche, pero no lograba llegar a solucionar su falta de olfato goleador…
Se sentía cansado. Y se preguntaba… ¿abre perdido por siempre mi olfato para el gol?
En las practicas seguía sin conseguir el gol, hasta una tarde descubrió que el arquero atajador de mariposas hacia todo lo posible para dejarse hacer un gol por el viejo zorro, para ayudarlo a que este mejore su confianza…
Ya casi al borde de la desazón total, fue a hablar con su suplente, el joven potrillo picante, para decirle que lo mejor para el equipo seria que él sea el titular…
El joven potrillo picante venia metiendo infinidad de goles en las prácticas, y el partido final contra el equipo del otro lado del monte se acercaba.
El joven potrillo picante le dijo con una sonrisa al viejo zorro rebotero que de ninguna manera aceptaría ser titular, que el titular seria el zorro, ya que se lo había ganado en tantos años de convertir goles con sabor a hazaña…
El viejo zorro rebotero se encontraba sin fe en sí mismo, y le dijo al joven potrillo picante
_ sabes potrillo, me he olvidado como ubicarme en el área para sacar ventaja en los rebotes y allí poder meter los goles que siempre metí… y te veo a vos, tan sereno a la hora de convertir los… como haces potrilo, para convertir tantos goles? Yo ya lo olvide… ¿Cuántos goles hiciste en las ultimas practicas?
_ No sé, dijo el potrillo, nunca los cuento, no me interesa saberlo, solo juego por jugar, si pensara en cuántos goles hago me distraería y no podría seguir haciéndolos…
El viejo zorro rebotero escucho al joven potrillo, y medito sobre lo que le había dicho durante varias horas… ya entrada la noche entendió la lección… el mismo se estaba equivocando al creer que lo importante era meter muchos goles, y eso hacía que en lugar de disfrutar y vivir el partido plenamente, este pendiente de hacia o no un gol…
Esa noche el zorro viejo durmió muy bien, al otro día en la práctica volvió a tener la sabiduría para llegar antes que los defensores rivales a empujar la pelota luego de algún rebote, convirtiendo muchos goles…
Cuando volvió a encontrar al joven potrillo picante le agradeció su sabio consejo…
_ A veces los más viejos creemos saber más que los jóvenes, pero vos me has demostrado que no siempre es así, vos, joven potrillo picante, me has recordado algo que hizo de mi un gran goleador…
_ a eso lo aprendí de vos, (dijo el joven potrillo), lo único que hice fue recordártelo, como muchas veces yo he olvidado cosas y vos me las recordaste a mi…
El viejo zorro rebotero jugo la gran final contra el equipo del otro lado de la laguna y convirtió tres goles, a poco de terminar fingió un dolor en su pierna izquierda e hizo que ingrese el joven potrillo picante, que con la defensa rival cansada por el trajín del partido, convirtió un bello gol a pura velocidad…
El director técnico de la selección de los montes laguneros, el místico vizcachon dientudo, se sintió feliz por lo que habían aprendido sus jugadores, las cosas en equipo con integrantes que tiran para el mismo lado y son buenos entre sí engrandecen de sabiduría y regocijo a quienes comparten el bello sueño de jugar a la pelota, y más allá de cualquier resultado, lo esencial era disfrutar del juego, como lo hacen los niños, algo que nunca deberían de dejar de hacer los viejos…
REGALO DEL DÍA DEL NIÑO... por Hernán Nikolaus
ESPECTACULAR!!
ResponderEliminarGENIAL Nippur!
ResponderEliminar